La batalla de Navas de Tolosa
La abrupta orografía y naturaleza favorece la defensa y el control militar del terreno y de los pasos que coronan la sierra y atraviesan el desfiladero de Despeñaperros desde una posición dominante. Lo que se une a la riqueza de plata y plomo para convertir a esta Comarca Norte de Jaén en escenario de grandes y decisivas batallas en la historia de España y de Europa, como las Segundas Guerras Púnicas (218-201 a.C.), Navas de Tolosa (1212) y Bailén (1808).
BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA
En mayo de 1212, Alfonso VIII, rey de Castilla, había logrado reunir en Toledo un gran ejército gracias a la habilidad diplomática del Arzobispo Jiménez de Rada que consigue la declaración de Cruzada del Papa Inocencio III contra la amenaza islámica de los Almohades lanzada por Al Nasir. Junto a las huestes de Pedro II de Aragón y varios contingentes ultramontanos del Sur de Francia, templarios y el Arzobispo de Narbona, se inicia la cruzada a la que se une Sancho VII de Navarra y unos pocos leoneses y portugueses (en guerra con Castilla). El viernes 13 de julio de aquel año, logran tomar el Puerto del Muradal y el castillo de Castro Ferral, plantando cara por primera vez al superior ejército del Miramamolín (Príncipe de los Creyentes). En clara desventaja se han de enfrentar a unas tropas bien posicionadas en los altos y pasos de la sierra, por lo que las indicaciones de un lugareño pastor serán providenciales para asentar el campamento y plantar batalla. Lo que tendrá lugar el lunes 16 de julio, siendo una victoria épica para las armas cristianas, un punto clave en la Reconquista y un hito en la Historia. En los días sucesivos se tomaron Tolosa y el resto de castillos roquedos, incluyendo las plazas de Vilches, Úbeda y Baeza.