
Sala 5: de colonia a pueblo minero
La segunda mitad del siglo XX experimentará un continuo descenso de la actividad a causa de la bajada de los precios en relación con los costes. De manera que se van abandonando las concesiones a la par que queda mucha mano de obra en paro que tiene que emigrar a otros centros industriales o a las grandes capitales. En 1985 cerró el Pozo Guindo, y finalizó una etapa de esplendor que transformó profundamente el paisaje y las gentes de La Carolina, sus fiestas y sus costumbres.
La situación de desamparo se palió en parte con la aplicación del Plan Jaén a principios de los sesenta que supuso la industrialización del distrito, que ha sido hasta ahora su principal actividad económica.