Sala 3: de Roma al Convento de la Peñuela

Mientras los pueblos íberos están en su época plena, las potencias de Cartago y Roma se disputan el control del Mediterráneo. La victoria de Roma obliga a los cartagineses a buscar nuevas rutas y territorios, arribando hacia el 240 a.C. en la Península Ibérica. Tras fundar Cartago Nova (Cartagena, Murcia), los cartagineses, con Aníbal a la cabeza, conquistan este distrito minero para extraer plata y plomo y controlar los pasos que dan acceso al rico valle del Guadalquivir. La amenaza de Aníbal en territorio itálico provoca el segundo enfrentamiento con Roma a lo largo de la Segunda Guerra Púnica, que tendrá como escenario principal la Península Ibérica a partir del 218 a.C. La importancia minera y estratégica de este territorio traerá consigo los azotes de la guerra, y tras la imposición de Roma al mando de Escipión el Africano, toda la zona será intensamente romanizada. En el solar que ocupa el actual Polígono Industrial Aquisgrana de La Carolina se estableció un poblado y una fundición para el plomo y el desplate, que debió mantenerse muy activa entre los siglos I a. C. al I d. C. De este poblamiento prácticamente arrasado provienen la mayor parte de los materiales que se exhiben en las vitrinas de esta sala, donde destacan el instrumental quirúrgico, los precintos y útiles de plomo y elementos constructivos y decorativos.